domingo, 1 de julio de 2012

RESEÑA DE "EL MANANTIAL"



Título: El Manantial
Autor: Alejandro Castroguer
Editorial: Dolmen, 2012
Páginas: 350


El mundo se va al carajo. El cómo y el por qué no importan. El caso es que nuestro mundo tal y como lo conocemos desaparece para dar paso a la muerte como forma predominante de vida. Pocos son los suprevivientes. Entre ellos están Abel y Verona. Nuestros protagonistas, que en el momento del gran desastre tan sólo cuentan con tres y cinco años de edad respectivamente.
Quince años después sobreviven a duras penas ocultos tras los muros de un instituto. Abel y Verona han crecido en un mundo salvaje. Lo que saben sobre supervivencia lo aprendieron de su figura paterna antes de su fallecimiento. La única referencia que tienen sobre el mundo “de antes del desastre” es un libro y un puñado de vagos recuerdos de infancia.

Más o menos de esta manera, Alejandro Castroguer (su autor) nos introduce en la historia de su nueva novela, “El Manantial”.

Muchos dirán (y con razón) que es una novela con un ritmo endiablado, que te atrapa desde la primera página … Yo, lo siento pero soy un poco más rudo, digo que es una obra con un ritmo acojonante, y que la historia, directamente, te coje de los huevos y te los aplasta con un martillo "True Temper" con cabeza de acero de cinco kilos.

Alejandro Castroguer caza al lector y lo convierte en su "muñeco", al cual "evangeliza" durante 350 páginas de pura adrenalina, salvajismo, furia y mala leche. Pero que nadie se equivoque, no es una historia de violencia gratuita. Todo tiene su por qué. Y esto es lo que me ha resusltado más interesante.

A pesar de que Abel y Verona son unos auténticos hijos de puta, en mi opinión son las auténticas víctimas de la propia historia. Llegas a pillarles odio, asco, rechazo, pero por encima de todo me inspitaron muchisima lástima. Me explico. Sí, son unos hijos de puta, pero ¿han tenido la oportunidad de ser de otro tipo de personas? Para mi, ésta ha sido la gran clave de la personalidad de Abel y Verona, y la gran propuesta del autor. Tú, yo, nuestros hijos … cualquiera podría llegar a ser un depredador bajo determinadas situaciones extremas. Además de que la ignorancia, la falta de cultura y la ausencia una buena educación, pueden ser las mas mortíferas armas que empuñe un ser humano.

Hey! Que todavía no he hablado de los muertos vivientes … los “enfermos” … eso también tiene su explicación. En esta ocasión permanecen en un segundo plano, sin desmerecer su esencial papel como carceleros, que es clave para el desarrollo de los acontecimientos.

Por último tengo que destacar la valentía de Alejandro Castroguer a la hora de escribir una obra de este calibre. Además, agradezco su generosidad, puesto que no todo el mundo estaría dispuesto a aparcar durante un rato sus propios perjuicios para contarnos una historia semejante.

Hace un par de semanas que terminé de leer “El Manantial”. Y el olor a podredumbre, sangre seca, semen … El olor a al vertedero y a salmuera, todavía residen en mi paladar. Es más, diría que permanecen impregnados en mi ropa … Porque puedo decir sin lugar a dudas que yo también estuve en el interior del refugio. Fui testigo directo de los juegos de Abel y Verona. Asistí a sus “evangelizaciones”, a sus “llamadas telefónicas”, a sus “noches de euforia” … Fui testigo mudo de todos y cada uno de los hechos que en esta historia se relatan, y al terminar de leer, tuve la osadía de pensar que yo había sido el único en salir indemne. Pero dos semanas después aquí estoy. Dándole vueltas a las sensaciones percibidas, a la tristeza de los acontecimientos y sobretodo, recordando a los personajes.
Alejandro, ahora yo jugaré al "bautismo" contigo. Te escupo a la cara, el nombre que he elegido para ti es:
                                                       MAESTRO

2 comentarios:

  1. Anotado en mi lista de libros urgentes....pero no se por que este me da como un cosquilleo por la espalda en tre miedo y curiosidad....

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  2. El Tronco, el Gerard y yo, ya lo leímos... ¿A que esperas? Seguro que te gusta.

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